Quiero comenzar este trabajo dedicando un espacio para reflexionar sobre los diferentes tipos de pérdida que darán lugar a un duelo.
A) La pérdida Esperada: Aquí podemos situar los fallecimientos de personas que padeciendo algún tipo de enfermedad crónica o cíclica no alteran con su padecimiento de forma importante la vida cotidiana de los que le rodean.Es el caso de personas que han sufrido reiterados ataques al corazón, sin que ninguno de ellos haya dejado secuelas que hayan requerido cuidados especiales, pero que dejan a toda la familia alerta y en lacreencia de que en cualquier momento ocurrirá el definitivo.
El fallecimiento en este supuesto no va a traer grandes dificultades a la hora de elaborar el duelo.Los familiares o seres queridos han tenido ya tiempo suficiente para ir “saneando” cada uno a su forma la relación con el enfermo, por lo que no suele resultar culpógena.Es el mismo caso de personas de edad avanzada que con sus sucesivos achaques nos van avisando, preparando, de la inminencia de su fallecimiento.
B) La Pérdida “Deseada”: El entrecomillado del término quiere poner de manifiesto el carácter ambivalente del deseo.Esta situación es típica en familiares cercanos de enfermos fallecidos tras larga y penosa convalecencia.
Procesos interminables de cáncer, enfermedades degenerativas, largas parálisis, procesos terminales de enfermedades inmunológicas, demencias, etc. terminan por crear tal estado de perturbación ambiental que en un silencio compartido descubren sus deseos de que todo termine ya, cuando antes “porque la situación es insostenible”.
Una vez ocurra el fallecimiento en este supuesto, pueden presentarse los remordimientos, la culpa, “apariciones del fallecido”, escuchar su voz, sus gritos, haciendo muy angustiosa la vida del familiarsuperviviente.
C) La Pérdida Repentina: Bajo este epígrafe voy a considerar aquellos fallecimientos acontecidos de forma inesperada, “a destiempo”, que son vividos por sus allegados como “una cruelmanifestación de la vida” y que van traer como consecuencia una sensación de vacío, de falta de despedida.Es el caso de enfermedades galopantes (se ha ido en 5 días), ataques repentinos, y fundamentalmente accidentes de cualquier tipo (circulación – deportivos – domésticos).
Es obvio que la ambivalencia en el caso de Pérdida Deseada como la falta de saneamiento en la perdida Repentina van a dar lugar frecuentemente a duelos enquistados.Una vez señalado lo anterior es necesaria una reflexión sobre cuando una pérdida o duelo deviene en patológica y hace recomendable nuestra intervención.
Realmente si el proceso, la relación, el vínculo entre el fallecido y sus allegados era sano, fluido, respetuoso y comprensivo, el duelo con su doble manifestación de frustración y tristeza tendrá las mismas características de fluidez y terminará abocando con el transcurso del tiempo, en un inequívoco sentimiento de agradecido recuerdo.
Quiero señalar que esta idea de agradecido recuerdo es para mí el termómetro del término de una relación (padres – parejas – terapeutas – pacientes) convirtiéndose por tanto en el objetivo último en el trabajo del duelo:
1) El sentimiento de agradecido recuerdo es el único indicador de la sana elaboración del duelo (padres – cónyuges – terapeutas – pacientes).
2) Cualquier otro sentimiento (indiferencia, rencor, culpa, rabia, alegría, depresión, vacío) distinto al agradecido recuerdo evidencia un duelo atascado, no realizado.
3) Detrás de cualquiera de los sentimientos señalados como indicativos de un duelo no cerrado esta LA CULPA.
4) LA CULPA es un proceso intrapersonal, no interpersonal, por lo que no es necesaria la presencia del fallecido para sanearla.
5) Cuando una relación contaminada por la CULPA se vive desde la comprensión y el perdón deja paso a una inequívoca sensación de “agradecido recuerdo”.
Después de estas pequeñas premisas queda patente hacia dónde debemos verter nuestros esfuerzos y cuál va a ser nuestro objetivo a la hora de trabajar el duelo: LA CULPA.
Me parece importante detenernos a examinar más detenidamente las distintas formas, sentimientos o mecanismos en que se puede disfrazar el sentimiento de culpa.La forma más primitiva consiste en no contactar con el dolor inherente al sentimiento de pérdida y para eso contamos con:

1.- Los mecanismos de defensa.
1.1. Negación. “En realidad es como si no hubiera pasado nada, sigue entre nosotros como antes”. “Su habitación está igual que siempre”. “Seguimos poniendo los domingos su comida favorita”.“Hablamos con él a cualquier hora, con la misma fluidez que antes”.
1.2. Racionalización. “Es ley de vida”. “La muerte en realidad no es algo real”. “Tenemos que salir adelante como si no hubiese pasado nada”. “Es absurdo malgastar el tiempo en auto compadecerse”. “La vida continúa”. “Llorar no sirve para nada”. “No podemos quedarnos anclados en el pasado”.
1.3. Transformación en contrario. (Exageración hipomaníaca del acontecimiento vivenciandolo casi como una gran suerte). “Ya tenemos un mediador en el cielo. En el fondo es lo mejor que nos podía pasar. Como era una santa parece que desde entonces nuestra casa está santificada. Mi marido está feliz, se pasa todo el día llevándole flores y dice que desde entonces su vida tiene sentido”…
2. Sentimientos que sustituyen al sentimiento de culpa.
2.1. Indiferencia. “ en realidad no me ha afectado ni para bien ni para mal ”. “Está como ausente, parece que le da lo mismo”. “Que es bueno que es malo, nunca se sabe”. Es fácil apreciar en este tipo de verbalizaciones un fuerte contenido racional cercano al mecanismo de defensa recientemente analizado.
2.2. Rencor: Entendido como el intento mantenido de consolidar al otro (al fallecido) como único responsable de la deteriorada relación “Era un cabrón. Justo castigo a su puta maldad. El que la hace la paga. A todo cerdo le llega su San Martín. Toda su vida fue un egoísta. Me jodió la vida pero el que se va a joder ahora es él… En fin, un largo etc. de expresiones similares que sitúan inequívocamente al bueno y al malo de la película, como si dealgo objetivo se tratara.Como expondré posteriormente, este supuesto, el del rencor, va a ser el más dificultoso a la hora de abordarlo y devolverlo en forma de culpa.
2.3. La Depresión. “Desde que ocurrió no ha vuelto a salir de casa”.“No quiere saber nada de nadie”. “Me paso el día llorando”. “Tengo todo el día un pellizco en el estómago que no me deja de vivir”. “Es como si me acompañara (o persiguiera) a todas partes”.En este supuesto a diferencia del anterior va a ser mucho más sencillo conectar al paciente con los sentimientos de culpa.
Es más, los anteriores comentarios suelen venir acompañados de otros como “ no le di todo lo que pude” “si hubiera sabido desde el principio que era una enfermedad, lo hubiera tratado de otro modo”. “Me he dado cuenta de su generosidad y de mi egoísmo”. “No me dio tiempo a decirle todo lo que en verdad sentía o pensaba de él”… En este supuesto la CULPA ocupa ya un primer plano convirtiéndose en emergente.
4 Salidas a una situación de pérdida.
Supuesto 1.– La relación era fluida, sana, rica en comunicación y madura. En este caso después de un tiempo prudencial (hasta 2-3 años) de rabia y tristeza profundas por la frustración de la pérdida del ser querido, comenzará a ser cada día más consistente el sentimiento de agradecido recuerdo al que me refería anteriormente.
Supuesto 2.- Relación de TEMOR con sentimiento de CULPA que imposibilita la elaboración del duelo, originando trastornos en la línea de la depresión. Las personas aquí ubicadas, que como veremos, son todas las que no se encuadran en el supuesto 1, cronifican esta situación inconclusa con la correspondiente pérdida de energía, disponibilidad y vitalismo. A ellos está dedicado este modelo deintervención.
Supuesto 3.- El individuo en cuestión se ha protegido en un mecanismo de defensa de los ya señalados y no sólo no elabora el duelo sino que evita a toda costa que los demás la hagan. Ante esta estrategia tendrá primero el terapeuta que ayudarle a trabajar, delicada y prudencialmente su intelectualización para una vez “conectado” trabajarlo ya como en el supuesto 2.
Supuesto 4.– Relación de desamor con sentimientos de CULPA proyectados en forma de RENCOR y que requieren su desmantelamiento mediante la “reapropiación e inversión de los sentimientos proyectados” (KEN WILBER). Dejo, por tanto, en manos de la habilidad del terapeuta, el bonitopero laborioso trabajo de deshacer la proyección en términos de responsabilidad, momento en el cual ya estaríamos ubicados en el supuesto dos. En un proceso de duelo obstruido por un sentimiento de culpa”.
Conforme ha transcurrido el tiempo y he ido trabajando con el modelo, me he dado cuenta de que es preciso señalar una importante diferencia de posicionamiento entre lo que yo entiendo por CULPA y lo que se describe como DEUDA, (sentirse en Deuda) y esto que aparentemente pueda definirse como problema exclusivamente semántico, no lo es así de sencillo y simple.
Detrás de esta concepción, hay dos contenidos muy diferentes que sepueden resumir claramente. Mientras la DEUDA es un concepto mercantil y que surge desde lo intelectual, la CULPA es de contenido afectivo y por tanto se ubica en el terreno emocional.Por eso, los intentos de solucionar la DEUDA (CULPA) con un análisis exhaustivo de “Debes” – “Haberes” con el objetivo de concluir “Nada te debo” no van a evitar que la persona quede liberada en la relación y mucho menos, facilitar el que aparezca el sentimiento de agradecido recuerdo.
Objetivos
Una vez analizados los diferentes tipos de pérdida, así como los distintos mecanismos de defensa o reacciones patológicas (rencor – culpa), voy a presentar los objetivos a conseguir en un proceso de duelo:
1) Aceptación: Es una invitación a pisar tierra, deshaciendo fundamentalmente la Negación como procedimiento defensivo. Ya no cabe seguir pensando o imaginando que nada sucedió, que lafamilia sigue unida, que todo continúa como antes. Su ausencia vivida como falta, como vacío dará lugar a la siguientef ase.
2) Conexión con el dolor y la rabia:Va a ser inherente a la conciencia de pérdida. La consecuencia de la frustración va a manifestarse en forma alternativa entre estos dos sentimientos.
3) Limpieza, saneamiento de la relación y fundamentalmente de LA CULPA.Como adelantaba anteriormente, tengo la creencia de que este paso es fundamental y su no elaboración es origen de cantidad de duelos no resueltos.
4) Despedida agradecida.El trabajo con el perdón a uno mismo y por extensión al fallecido reconvierte la CULPA en comprensión y la comprensión en agradecimiento. Esta elaboración del agradecimiento origina de forma instantánea un profundo sentimiento de paz y serenidad. La vivencia no deja lugar a dudas.
5) Reutilización de la Pérdida como un legado de sabiduría para revertir a la humanidad.Este último objetivo quizás puede parecer ambicioso incluso utópico. Sin embargo he sido testigo de cómo familias afectadas por diferentes duelos, han sido capaces de condensar sus experiencias y ofrecerlas de forma desinteresada a otras familias o personas afectadas, con un resultado espectacular.
Es evidente que si tenemos en cuenta los objetivos señalados como integrantes de todo continuo, de un proceso, entonces cada uno de ellos se convierte en consecuencia del anterior y condición necesaria del siguiente por lo que es impensable llevar a término un duelo sin atravesar los diferentes estadios intermedios (dolor – rabia– culpa – perdón – agradecimiento).
PREPARANDO LAS SESIONES
(Breve resumen recordatorio de las cuatro sesiones del proceso SONIA) Antes de comenzar la sesión nº 1 necesito hacerme una composición del sistema familiar para ir creando hipótesis y medios de trabajo. Antes de encontrarme con la familia trato de conocer los siguientes datos:
– nº de miembros que componen la familia nuclear y sus fechas denacimiento.
– nº de familiares que convivan con el fallecido.– Fecha y motivo de la muerte.
– Enfermedades o accidentes o acontecimientos especiales que sehayan dado en el sistema familiar con posterioridad alfallecimiento.
– Reacción de los distintos miembros de la familia ante la propuestade intervención familiar.
Primera sesión: el árbol
Versión de abordaje familiar teniendo como objetivo fundamental la ACEPTACION DE LA PERDIDA, utilizo el Genograma o Árbol Genealógico como instrumento valiosísimo para esta toma de conciencia. A lo largo de la 1ª sesión se van viendo los diferentes roles y actitudes hacia la perdida del ser querido y en que se puede traducir su falta aquí y ahora. Al finalizar encomiendo distintas tareas que el grupo familiar deberá realizar en su domicilio, todas ellas encaminadas a la reconstrucción del pasado y la asunción del presente.
Segunda sesión: el dolor y la rábia.
Se trata, en definitiva, de profundizar y detallar la relación de cada cual con el fallecido. Les invito a que a través del dibujo puedan de forma individual, expresar su relación con el ausente para luego compartirlo con el grupo familiar en un clima de intensa expresividad emocional. Para finalizar esta sesión, vuelvo a prescribir una serie de tareas a realizar en casa y que culminarán en un escrito individual sobre situaciones de ambivalencia y culpa.
Esto, junto con la foto preferida del familiar ausente, será el material con el que trabajar la siguiente sesión.
Tercera sesión: la culpa (silla caliente)
Es el momento culmen del proceso, la foto preferida del fallecido descansa en un cojín situado frente al lugar donde cada miembro de la familia va a ir abriendo al fallecido los motivos y situaciones de culpa, comprensión, acercamiento y perdón.Una vez todos han hecho su trabajo, la familia tumbada en el suelo y con un sentimiento de unidad escuchan unas canciones alusivas a la perdida y al agradecido recuerdo.
Esta tercera sesión termina con una fantasía dirigida en la que el fallecido se presenta bajo una imagen de sabio iluminado dejándoles un legado, recomendación o testamento psicológico que les ayudará a vivir mas plenamente. El sentimiento de agradecido recuerdo es ya una realidad que ellos comparten entre sí y con el terapeuta.
También en esta ocasión, llevaran a casa distintas tareas: Escribir una carta de agradecimiento para luego ir a leerla al cementerio y finalizar con un homenaje familiar al ausente, es una secuencia que cala profundamente, tanto a nivel personal, como colectivo.
Cuarta sesión: el agradecimiento.
Después de escucharles como les fue la realización de las tareas encomendadas, cada uno va leyendo en voz alta su carta de agradecimiento invitando a los demás a que le escuchen con la intención de, si es posible, identificarse con su contenido.
Esta y otras tareas, llevan al sistema familiar hacia una sensación de abundancia y gratitud, momento en que planteo la posibilidad de hacer realidad el testamento psicológico recibido, expresándose entre ellos agradecimientos pasados o presentes.
En este momento de especial intensidad emocional, es en ocasiones de gran trascendencia pues se sanean a través del perdón y el agradecimiento situaciones inconclusas que interferían en sus relaciones afectivas.
A continuación el grupo familiar es invitado a reflexionar sobre todo lo ocurrido y sintetizando experiencias y tomas de conciencia, se plantean como pueden ellos ayudar a otras familias que están o hayan estado en una situación parecida.
El ultimo objetivo:
la reutilización de la perdida como legado susceptible de revertir al entorno es un hecho señalado y valorado por el sistema terapeuta-familia y que da pie a la elaboración de un nuevo duelo. Nuestro trabajo, nuestra relación ha terminado.
Autor del documento: Prof. Carlos Odriozola www.carlosodriozola.com
Con gratitud, te mando un cálido abrazo lleno de energía y entusiasmo!
Anna Beusam
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