El método para comprender el miedo en 2 pasos sencillos

por | 1 Comentario

¿Sabías que todos los miedos son aprendidos… y que se pueden desaprender?

Todos tus miedos tienen algo en común: los has aprendido.

Los aprendiste de pequeño con malos ejemplos y visiones demasiado subjetivas.

Pero la buena noticia es que si los aprendiste también los puedes “desaprender”.

Adiós al miedo al fracaso (un clásico), a las pérdidas, a no tener dinero, a perder el trabajo, al ridículo, al rechazo, a que te pierdan el respeto…

Todos infundados.

  • ¿Cuántas personas están hundidas por miedos infundados y no se atreven a decir lo que sienten a alguien?
  • ¿Cuántas personas son infelices por miedos infundados y no se atreven a lanzarse a su trabajo o negocio ideal?
  • ¿Cuántas vidas perdidas por miedos infundados y no tomar la oportunidad cuando llegó?

Lo que para unos es una situación controlada en un combate, a otros les produce un estrés incontrolable. Lo que para unos es comprar una casa, para otros es un infierno. Cada uno ve el estrés a su manera.

Hay tantos tipos de estrés como personas. La diferencia es cómo se percibe. Cada uno vemos el estrés a nuestra manera, con nuestras gafas.Hablar de estrés es hablar de que somos diferentes.

Tengo un amigo que trabaja en las fuerzas especiales. Ha estado en varias situaciones de violencia extrema y peligro. Pero lo maneja a la perfección. Pero hace poco conoció a una chica que le gustaba. Pero hablar con ella le producía un estrés extremo. Algo que para otros era normal a él le paralizaba.

¿Cómo una persona sin miedo a cualquier combate sentía pánico para hablar con una mujer? Quiso huir y estuvo a punto de costarle conocer la mujer se sus sueños. Al final se lanzó gracias a un empujón de los amigos, pero sino el miedo le hubiera consumido.

El miedo es algo que tú te produces, sino no tiene sentido que unos tengan miedo a cosas que otros no tienen. ¿Cómo es posible si la situación es la misma? El miedo te lo produces tú. Y lo bueno es que tú también lo puedes eliminar.

  • Puedes “desaprender” los miedos que sabotean el éxito.
  • Puedes “desaprender” evitar riesgos y no tomar una oportunidad cuando se presente.
  • Puedes “desaprender” el no pensar a largo plazo, para ganar.

¿La solución? Dejar que el miedo entre, normalizarlo como un aviso  y lo más importante: ACTUAR. Actuar atreviéndote a hablar en público, actuar llevando la contraria cuando toque y actuar lanzándote a tu proyecto de futuro con un paso, sólo dando un pequeño paso y despues otro.

Aunque TODOS tenemos miedo,  esto es lo que te diferenciará

Sobre todo tienes que saber esto: Es normal tener miedo, todos lo tenemos. Cuando entiendas que el miedo es natural lo vencerás. Es sólo como una luz roja de aviso que aquí nace algo importante, que me invita a sacar lo mejor de mi.

La reacción más habitual al miedo es atemorizarse, paralizarse y decir que no se tiene miedo. Algunos incluso lo niegan para hacerse los valientes, pero también tienen miedo y así sólo consiguen multiplicar sus síntomas con el corazón latiendo a mil por hora y sudores fríos.

Y el miedo encantado, pretende que te des la vuelta y no actúes. Que te quedes como siempre. Quiere que bloquees tu cerebro y te paralices. Quiere que huyas. Pero puedes traspasar el miedo porque tiene fácil solución: actuar. Aquí andarás con el miedo y el coraje…uno en cada mano.

Cuando veas algo que te de miedo abrázalo y agradécelo.

Te hará más fuerte. El miedo quiere que huyas y te preocupes. ¿Pero para qué caer en la trampa de pre-ocuparte? El 99 % de lo que nos preocupa nunca ocurre y cuando ocurren pasa rapidísimo o tienen solución.

Así que preocúpate sólo por el miedo en sí. Sólo teme a tener miedo.

La tendencia natural de la mayoría ante un problema es negarlo. Es el miedo al miedo. Porque el miedo tiene un doble filo. Por una parte está el miedo lógico que sentimos ante la competición, el enfrentamiento o el esfuerzo, y por otra el estrés e infelicidad que genera. La solución es fácil: actuar. Y vale con un pequeño movimiento, con eso el miedo desaparecerá. Y la tortura de las preocupaciones también.

A continuación el método para comprender el miedo en 2 sencillos pasos

Los 2 Pasos para comprender cualquier miedo

Esto es lo que harás tú: actuar a pesar del miedo. Dejar pasar al miedo, reírte y decir: «No me importa. Puedes venir las veces que quieras, yo voy a seguir mi camino.

  • Paso 1:

Nunca digas: «No tengo miedo.» El que diga eso miente. Muchos se esconden tras una fachada que acaban pagando con más miedo.

La tendencia es renegar del miedo, pero huir es peor… cuando reconoces el miedo como algo que te avisa de algo importante que vas a aprender,  te liberas y tu confianza crece. Ahora le tratas de tú a tú. Así que no te atenaces por el miedo ni un minuto más. Mírale a la cara y comparte con él tu inquietud. Que venga, ya se irá, transformado en nuevas habilidades.

Cuando hoy venga algo que te de miedo o te imponga mírale a la cara. Mira a los ojos a esa competición, decisión o proyecto y abrázalo. “¡Que esa situación me imponga es normal, con precaución sigo!” Y ríete de la situación. Ríete de tu temblor de manos o de tu excitación. Cuando te rías todo cambia.

  • Paso 2:

Da un paso. UNO sólo.
Da un paso hacia lo que más te imponga. Cuando no te atreves a decir algo a alguien el miedo gana. Pero si te atreves primero con una pequeña palabra, el miedo se irá. Da un primer paso aunque no sea perfecto. Di «no” aunque te tiemble la voz, “no estoy de acuerdo», “no voy ya hacerlo” o “Sí”, “Sí me atrevo”. Aunque te tiemble la voz.

Y luego sigues.

Y será fácil tras un dar un pequeño paso, cuando estés en marcha no costará seguir. Por eso nunca pospongas el primer paso o el miedo dominará tu pensamiento. Y su sirviente, la preocupación, te tendrán atado todo el día.

Tus vínculos te potencian o te limitan. Estar en un ambiente tóxico, no te dejará evolucionar.

Quedarte cerca de las quejas y el victimismo no te permitirá crecer.

Ya que, es a través de la toma de consciencia y la RESPONSABILIDAD personal, que uno puede cambiar.

Si no comprendes que eres el autor y creador de tu vida, poco podrá cambiar.

Fundamental rodearte con personas que te impulsen, que te hagan ser aún, mejor.

Entender que TU eres el responsable de tu realidad.

Y que sólo con la ACCIÓN, podrás evolucionar.

Pon tu energía en lo que quieras expandir.

No hay magia, hay entrega y dedicación.

Si te lo propones, puedes conseguirlo.

La disciplina, el compromiso y la constancia con un@ mismo, son una forma de amor propio.

Priorizarte en cada aspecto de la vida, es amor propio.

Comienza, hoy puedes ❤️

Tu felicidad depende de tu disciplina para dar un paso frente al miedo. Entrénate con todo lo que veas, desde decirle a alguien que cambie su actitud hasta atreverte a hablar delante de diez personas o llevar la contraria al pensamiento oficial (y verás cuantos adeptos consigues). Haz cada día algo que te imponga por pequeño que sea.

  • Si no te gusta tu trabajo busca hoy cinco minutos en Internet o llama a un conocido para ofrecer tu disponibilidad.
  • Habla hoy delante de tres personas. Por ejemplo, pregunta algo en la cola del pan.
  • Sal hoy de tu zona de comodidad y escribe en veinte palabras las líneas maestras de tu gran proyecto de futuro.

Un paso. Sólo un paso.

Da un primer paso y te diré lo que pasará: que sentirás una alegría sin fin cuando te hayas atrevido. Nada es comparable a la felicidad de atreverse. Cuando alces la voz o saltes al vacío a por esa nueva oportunidad, te habrás enfrentado al miedo y el miedo habrá desaparecido.

Por qué bromea Tom Cruise en Misión Imposible

Visualizar es el mata miedos por excelencia. Si te visualizas como alguien confiado que sabe lo que hace, como el héroe de la peli que se atreve con todo llenarás tu mente de valor. Tu, contra el mundo, el héroe en medio de la tormenta. Sonreirás aunque las preocupaciones te invadan. ¿No ironiza James Bond antes del peligro? ¿No bromea Tom Cruise en Misión Imposible? ¿Por qué tu no? Muévete como ellos, como si ya tuvieras el valor que necesitas.

El interior contagia el exterior y el exterior también contagia al interior. Si te comportas como el héroe, sonríes como él y te mueves como él, llenarás tu interior de fuerza. Entonces actuarás «como si» ya no tuvieras miedo.

Cuando tu interior se apague lo podrás encender desde el exterior. Si estás triste y sonríes, la tristeza desaparece. Si te paraliza la acción pero mueves tu cuerpo, te pones en marcha.

Juega a fallar- nunca falla

Hace años me pasó algo curioso con un amigo en una fiesta. No conocíamos a nadie y nos dijimos: «La mejor manera de conocer gente aquí es empezar a hablar con todo el mundo.» Por hacer un chiste decidimos apostar a ver quién fallaba más en sus acercamientos. Pero eso hizo que habláramos con la gente distendidamente. A la segunda conversación no pudimos seguir hablando con más grupos porque ya habíamos enganchado y esos desconocidos y desconocidas no nos dejaban irnos.

Pruébalo, juega a fallar. Intenta fallar lo máximo posible para vencer el miedo. Si tienes miedo a hacer llamadas comerciales haz veinte llamadas y espera a que te digan todos que no. ¡Que por favor te digan que no! Y cada vez que oigas un «no» te alegres, date un premio. ¿Y qué pasará? Que automáticamente llamarás sin importarte los resultados.

Perderás los nervios y te reirás. Tu voz clara, sin tomarte nada personalmente y contagiando ese estado a tu “interlocutor. Y así conseguirás clientes. Increíble pero cierto. Cuando juegues a fallar el miedo al rechazo desaparecerá y actuarás mejor. La mente funciona mejor si todo es un juego.

¿Te gustaría conocer a más gente? Pues prueba a hablar con todo el que puedas. Intenta que la cosa no vaya bien. Piensa que no te van a contestar o que no querrán hablar contigo. Entonces nada te importará. No te preocuparán sus reacciones, te relajarás… y todo te saldrá bien

Te encantará jugar a fallar.

Un truco infalible para hacer lo que más temes: el movimiento anestesiado

Existe otro método para hacer lo que más temes. Se trata de ir suave. Muy poco a poco. Así te atreverás seguro. Es el equivalente a no sentir dolor gracias a la anestesia.

Imagínate que tienes pendiente una visita a un cliente enfadado pero el miedo lo va posponiendo. Pues da un pequeño paso. Llámale primero por teléfono. Acércate a sus oficinas y habla con la recepcionista… para luego marcharte. Verás como el miedo se empieza a ir. Luego te atreverás a llamar para concertar una cita breve. Hablarás con el monstruo por teléfono y todo se rebajará. Y llegará la cita y todo irá muy suave.

Lo mismo para hablar en público. Ensaya primero hablando más alto con tus amigos. Que se enteren de tu opinión. Luego intenta hablar con grupos de tres y cuatro personas. Y así durante unos días. Verás que no hay ningún complot contra ti. Al revés, estarán encantados de que les des información y les “entretengas. Y tu miedo cada vez más rebajado. Y cada vez hablando delante de más gente.
El paso anestesiado no falla.

Y otro truco infalible: Abraza el desastre

Otra manera de abrazar a tus miedos es abrazar el desastre, imaginarte lo peor que puede pasar y ver que no es para tanto.

¿Qué es lo que de verdad te preocupa? ¿El resultado, lo que piensen de ti, tu imagen, perder tu dinero, tus relaciones? Piensa en lo peor que pueda ocurrir. Y cuando lo tengas pregúntate: ¿Es realmente tan malo? ¿Merece la pena tanta preocupación? ¿De verdad que no podré sobrevivir? Y automáticamente verás que no, que lo que te ocurra no te matará, que podrás con ello. Entonces adiós preocupación, podrás cambiar de trabajo, de amigos y de lo que haga falta. Y no te temblará el pulso.

La ansiedad viene cuando te desgastas evitando algo. Pero una vez que aceptas lo que puede ocurrir la ansiedad desaparece. Y sobre todo, das el paso para que no ocurra la debacle, para que no pierdas dinero o para que no pierdas a los mejores de tu equipo. Medidas que nadie hubiera previsto porque se dejan atenazar por el miedo.

Imaginar tu peor caso posible sólo tiene ventajas.

El verdadero cambio no llega de la creencia de que hay algo malo en ti

  • Me permito ser.
  • Me permito dejar de necesitar explicarle a mi mente y a otros mis decisiones.
  • Me permito sentirme merecedora de toda la abundancia del universo.
  • Me permito fluir.
  • Me permito dejar de necesitar justificar mi accionar o mis elecciones.
  • Me permito soltar todas las limitaciones que deseo dejar atrás.
  • Me permito sentir que los vínculos reales saben de conexión, y no de tiempo.
  • Me permito pausar, ir despacio.
  • Me permito hacer, sólo lo que resuene con mi alma.
  • Me permito hacerme responsable de cada vivencia y experiencia.
  • Me permito sentir a flor de piel y agradecer cada segundo en este plano físico.
  • Me permito dejar de hacer cosas por cumplir expectativas.
  • Me permito elegir sólo lo que tenga alma y corazón.
  • Me permito dar mi energía y mi tiempo, sólo donde lo siento.
  • Me permito elegirme a mi, primero.
  • Me permito actuar por pleno sentimiento, y no por aprobación o reconocimiento.
  • Me permito decir, que mis grandes misiones son los pequeños gestos hacia otro, dónde esté, y cada día.
  • Me permito ser de aporte, siendo mi mejor versión a cada paso, no anhelar grandes cosas.
  • Me permito decir que con pequeñas grandes acciones, y siendo mejor que ayer, soy plena.
  • Me permito sentirme merecedora de todo lo más increíble de este universo.
  • Me permito dejar de buscar, para ser.
  • Me permito plenitud y bienestar.
  • Me permito calma y quietud.
  • Me permito.
  • SÉ TU, desde ahí, llega todo lo real.

Me amo,

Te amo,

Te abrazo,

 

Agradecida por tus comentarios…

🤗¡Te abrazo y…
✨Ojalá seas tú todos los días de tu vida!

Ana BeuSam

1 Comentario

  1. Ma Isabel Herrero Abalos

    Gracias!!

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.